domingo, 25 de diciembre de 2011

EL CIUDADANO DE MIS ZAPATOS


EL CIUDADANO DE MIS ZAPATOS

El libro de Luis María Pescetti “El ciudadano de mis zapatos” recorre un camino desconocido por muchos de nosotros los latinoamericanos; las tonalidades del exilio, los que han tenido que ausentarse por largos periodos de tiempo de su tierra natal; la búsqueda de respuestas; el encontrar algunas fuera de la casa paterna y experiencias vitales que como a cualquiera de nosotros vivimos a diario.

El narrador encuentra algunas respuestas y las cuenta dentro de una serie de experiencias dinámicas, llena de humor; valores y sentimientos: amor, miedo, alegría, la locura; se articulan en ingeniosos capítulos a lo largo de la obra de Pescetti; la historia se sitúa en la década de los ochenta, en una Argentina que vive cambios políticos que sólo a través de escuetas sombras llegan a nosotros, como quien se acordase de patria en otra lejana.

Las oscuridades del alma, los miedos y la tragedia familiar se presentan con la muerte del padre; Los temas de esta novela emocionan, las frases, las palabras sencillamente conmueven.

Luis María Pescetti logra en su obra El ciudadano de mis zapatos incorporar una memoria personal a un consiente colectivo, llega a tocar las fibras del lector puesto que como a todos narra de manera sencilla experiencias que llegan a pasarle a cualquiera; consigue con pasión, ironía y ternura contar muchas cosas que se adhieren a las raíces de la experiencia popular.

Increíble, pero cierto es que una obra obstinada, necia e ingeniosamente narrada produce la mejor literatura; es parte de mi como lo mi vida y mis acciones, irónica y reconfortante son las líneas de esta novela.

EL PERSONAJE

Santiago

Santiago Rosario es un hombre maduro ya; encantador y humorístico cual si se tratase de un simpático niño. Su cabello es negro como el mío, usa un corte de cabello que le hace parecer serio, es lacio. Es dueño de un par de ojos que demuestran inquietud, perspicacia y sobre todo una aguda mirada pícara.

Su complexión es delgada; un hombre bien conservado por su buen humor, la energía que emana de su trabajo le sienta muy bien; Él es el Gabilondo Soler de la hermana Argentina; se dedica principalmente a darle vida a una ingeniosa y divertida literatura infantil y es trovador.

Este encantador hombre nació en San Jorge, Argentina. Desde joven usa lentes grandes que se asemejan a esos lentes tipo sierra que tan populares son entre los pilotos de cualquier fuerza aérea con la excepción que no son negros ni plateados o de colores que mermen la luz solar, son totalmente transparentes, otra cosa que nos identifica.

El color de su piel es de color “blanco-rosadón-apiñonadoso” algunas veces se le ve en la calle y parece blanco, otras veces “rosadón-apiñonadoso”, supongo que se debe a las jornadas de trabajo; su rostro es “redondozo”, asemeja un queso ranchero característico por su gran redondez, tiene orejas comunes, no puedo opinar nada extraordinario de ellas pues sería como mirar las mías o las tuyas, está cachetoncito y su nariz es “boluda”, tal vez esa sea otra característica física que nos acerca un poco más.

No es muy cejudo y al parecer es medio lampiño; nunca le he visto bigote ni barba, aunque supongo que no carece de pelos; es como todos nosotros. Jajaja.

Es alto, tal vez mide unos 189 cm; sería como mirar un jugador de basquetball “chaparro”; y es dueño de un par de manos y un conjunto de dedos maravillosamente habilidosos puesto que toca la guitarra de una manera muy diestra y por supuesto crea hermosas narraciones, canciones y ensayos.


LA OBRA

El ciudadano de mis Zapatos

La historia comienza con la llegada de nuestro personaje Santiago a su departamento de Buenos Aires; la respuesta de una carta de la embajada de Italia le tiene con ansias que matan. Repentinamente una llamada de su madre le ha dejado absorto; su padre acaba de fallecer; El regreso a Rosario, su Septentrional tierra natal le hace recordar sucesos de su juventud y su niñez, la llegada al funeral le hace tener sentimientos confusos y extraños; sin duda uno de los momentos más difíciles de su vida y maximizado por el rompimiento con su novia le hacen quedarse algún tiempo en la casa paterna, en días posteriores los mates, las caminatas por las calle de Rosario, las viejas amistades y las cosas tan sencillas le dejan una nostalgia que duele.

En los días en que estuvo hospedado con su madre, los recuerdos de su padre le llenan de pesar el alma; el recordar a su “viejo” en su taller puesto que era mecánico le hizo insoportable volver a entrar a ese lugar, dolía demasiado.

En su memoria albergaba aquellos días de infancia en los que junto con sus amigos pintarrajeaban las paredes de las casas con frases izquierdosas del Che; las travesuras con sus primos y la escuela.

En cierta ocasión en que salió a comprar víveres al mercado se encontró con uno de sus amigos de antaño, recordaron viejos momentos en una amena charla y luego cada quien partió hacia su debido destino. Momento seguido; sus días de juventud alocada le golpearon la cabeza como una gran sacudida. Sus primeros días en Buenos Aires en ese cuarto compartido con un anciano fumador y otro joven impetuoso; los días de la represión de los “milicos”; tantas cosas y tantos recuerdos le saturaron el cerebro.

De regreso a Buenos Aires se reportó a su trabajo “Radio Buenos Aires”, pues es locutor de un programa de radio y decide tomarse un verano con sus buenos amigos de Villa Gesell provincia porteña cuya ciudad es al parecer punto turístico importante en la Hermana Argentina.

Durante el trayecto recuerda como una llama de su madre le simbró para toda su vida; su padre había sido diagnosticado con cáncer en el cerebro. Los viajes que hacía desde Rosario a Buenos Aires, los días de hospital, los hoteles baratos que por falta de capital tuvieron que rentar su madre y él, los acontecimientos que suceden después de la recuperación poco prometedora y el lento deterioro de su padre. El viaje fue agotador; su mente se encuentra frágil, su corazón lastimado, es tiempo de reflexionar y buscar respuestas.

Una vez en Gesell se hospeda en el bar de una de sus amigas y vuelve a recobrar los ánimos al pasar de los días; el mar, las chicas, las borracheras, la música, la trova y una chica que le cura el alma con su amor hacen que se mejore.

Una característica curiosa que es muy propia de Borges se encuentra en esta obra, nos deja un final alternativo, el narrador, o sea, Santiago nos deja con libre albedrío, que decidamos con cuál de los dos nos quedemos, uno bueno y otro no tan bueno; al final la elección es nuestra.

Excelente obra.


CRISIS Y REACTIVACIÓN ECONÓMICA DE MÉXICO EN LOS AÑOS 70

CRISIS Y REACTIVACIÓN ECONÓMICA DE MÉXICO EN LOS AÑOS 70


El siguiente ensayo aborda las crisis y reactivaciones económicas surgidas en los gobiernos priistas de Gustavo Días Ordaz, Luis Echeverría y José López Portillo. Años difíciles, en los cuales surgirían los grandes rezagos sociales y económicos de nuestro México actual.

Vale la pena poner en claro que la crisis de los 70 y 80, (que originó la deuda externa producida por los intereses de los préstamos pedidos al Fondo Monetario Internacional (FMI) y la crisis mundial de los precios del petróleo) tienen un génesis en décadas anteriores: los ineficientes modelos económicos impulsados por los gobiernos priistas, las inconformidades de diversos sectores de la sociedad y el desequilibrio comercial de los bienes importados.

De esta manera, en las líneas que posteriormente se abordarán, se expondrán los desequilibrios socio-políticos y económicos que se fueron generando a lo largo de tres sexenios que van desde 1964 a 1982.

Se procuró centrar la exposición en las políticas realizadas durante los gobiernos de Luis Echeverría y José López Portillo (1970-1982). Finalmente, abordaré las causas del fracaso de las políticas económicas impulsadas durante el periodo en cuestión y la efímera salvación que significó el petróleo dentro de la “reactivación” económica a principios de la gubernatura de López Portillo.

Ya en la década de 1960 el modelo económico desarrollado por los gobiernos de Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz empezó a resultar ineficiente, lo cual se vio reflejado en la inconformidad de varios sectores de la población. Un ejemplo de lo anterior se observó en los campesinos, que descontentos por la disminución de inversiones en el campo, reflejado en el control que mantenía bajos los precios de productos agrícolas como el maíz y el frijol. Además de una falta de créditos otorgados a los agricultores y la lentitud del Banco de Crédito Ejidal.

El descontento por parte de los campesinos lo manifestaron por medio de la invasión de tierras, la toma de bodegas y oficinas públicas. El gobierno de Díaz Ordaz reinició la activación del reparto agrario, el fomento de asociación de productores y ejidos colectivos, también trató de poner cierto remedio con la fundación de organismos como la Secretaría de la Reforma Agraria y el Banco Nacional de Crédito Rural.

En los inicios de los 70, en México, loa economía crecía lentamente:

“El modelo de sustitución de importaciones no generaba los recursos que exigía la industria en particular para la adquisición de maquinaria y equipo. Además se genero un desequilibrio comercial porque los bienes importados eran más baratos que los que se producían en el país. Para superar estos problemas el gobierno intentó promover las exportaciones de productos mexicanos…”[1]

En estos años se crea el Instituto Mexicano de Comercio Exterior (IMCE), sin embargo y pese a muchas expectativas, los artículos nacionales no pudieron competir en los mercados internacionales. Esto trajo consigo que tampoco pudiera impulsarse la inversión privada en el comercio exterior.

Uno de los problemas económicos que afectó gravemente la situación social del país fue el alza de los precios internacionales del petróleo en 1973. Se vieron afectados el consumo interno y aceleró la inflación

Bajo el lema "Arriba y adelante", Luis Echeverría inició su sexenio con la promesa de la "apertura" política y el diálogo con la juventud.

“Se decidió reactivar la economía mediante el aumento del gato y la inversión pública.” [2]

En su toma de posesión, intentó dejar en claro su distanciamiento del gobierno anterior, reconoció la injusta distribución de la riqueza y prometió que la solucionaría (Acosta, 1994).

La llamada política "populista" de Echeverría se ganó la enemistad de los empresarios. Entre 1973 y 1976 el gasto público gracias a los créditos externos y se impulsó el llamado populismo económico que consistió en una política que prometió “todo a todos” (Varios, Economía: viejos modelos, nuevas formulas, 2010).

Durante estos años el gobierno se endeudó para pode cumplir con las promesas del llamado “populismo económico”, A finales del sexenio el gobierno no pudo pagar los intereses de la deuda externa, el peso se devaluó, hubo desempleos, inflación y cierre de empresas.

Se hizo necesario recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI). A cambio de nuevos créditos, el FMI, comprometió al gobierno a disminuir el gasto público y limitar la intervención del Estado en la economía.

Mientras tanto la diferencia entre gobierno y empresarios crecía. Echeverría no consultaba las decisiones económicas importantes y ellos reprobaban sus iniciativas, que calificaban de conflictivas y causantes del gran descontento social.

Además de la problemática social y las relaciones estado-sociedad ya definitivamente rotas, el sexenio de Echeverría se caracterizó por una violencia que se había agudizado al final de su mandato:

“Hubo secuestros, emboscadas, atentados, asaltos bancarios, protestas sociales, y movimientos guerrilleros como la de Lucio Cabañas” [3]

En el último año del gobierno de Echeverría imperaba el caos. Los empresarios, irritados. La población frustrada por promesas incumplidas y la nula participación política. La economía hecha trizas:

“Luego de 22 años de estabilidad cambiaria, el peso se devalúa drásticamente al pasar de 12.50 a 23 pesos por dólar […], los capitales empiezan a fugarse (salen casi 2,000 millones de dólares), la inflación se acelera (llega a 27%), la deuda externa aumenta (de 10,000 millones de dólares sube al doble) y la economía crece apenas a la mitad (de 8% a 4.2%) de los años anteriores…” [4]

Al final del sexenio de Echeverría recae sobre José López Portillo, entonces secretario de Hacienda, los problemas heredados de una mala administración e inversiones frustradas por la deuda contraída al Fondo Monetario Internacional.

López Portillo es llamado a darle solución a la conflictiva situación de la economía (Galeazzi, 2008).

Seguro de sí, López Portillo anuncia desde el principio su estrategia anticrisis:

“…dos años para superar la crisis […], dos más para estabilizar la economía y los dos restantes para reanudar el crecimiento sobre bases no inflacionarias…”[5]

La estrategia, demasiado restrictiva, sólo la aplica el primer año. El “apretón de cinturón” funciona, pues la economía crece apenas un poco para 1977.

Un año más tarde, en 1978, López Portillo abandona la estrategia: El descubrimiento de yacimientos petrolíferos en el sur del país da la seguridad y confianza suficientes para dejar de lado las medidas y políticas restrictivas.

La abundancia de los recursos descubiertos permite pagar por adelantado los préstamos contratados con el Fondo Monetario Internacional. Los bancos extranjeros hacen cola para prestarle al gobierno mexicano. López Portillo llama a "administrar la abundancia" (Varios, Corriente Comunista Internacional, 2006).

La economía del país tiende a depender de PEMEX (Petróleos mexicanos), casi la mitad de las exportaciones mexicanas son de crudo (Acosta, 1994). La economía se “petroliza”.

El sueño del sexenio de López Portillo tocaba a su fin. El capital extranjero y los créditos obtenidos del Fondo Monetario Internacional, se destinan a mejorar la infraestructura petrolífera; todos los esfuerzos del gobierno mexicano se ven dirigidos a la extracción del crudo y sube estrepitosamente la deuda externa: llega a 80,000 millones al final del sexenio (Varios, Wikipedia La Enciclopedia Libre, 2006).

El sueño petrolero llega a su fin al desplomarse los precios internacionales del crudo, y la economía mexicana se va a pique verticalmente: En medio de una creciente fuga de capitales multimillonarios debido a la baja de los precios internacionales del crudo, no queda más remedio que tratar de subsidiar los enormes y prácticamente imposibles pagos de la deuda externa, el presidente se vio obligado a reducir el gasto público a niveles nunca antes vistos, además la banca mexicana (los bancos y capital) pasan a manos extranjeras para evitar una “caída de la banca”, ya empieza la gran devaluación del peso mexicano.

Había terminado el efímero periodo de la abundancia (Galeazzi, 2008).

“Desesperado, y en su último informe, el primero de septiembre de 1982, López Portillo vuelve a pedir perdón a los pobres que no supo atender y anuncia la nacionalización de la banca mexicana, sin embargo debido a los pagos de la deuda externa, vuelve a pasar a manos del capital extranjero.” [6]

También la opinión pública y el descrédito moral le cayeron encima, pues eran ya visibles las enormes y ostentosas fortunas amasadas por él y algunos de sus colaboradores:

ü LLópez Portillo mandó levantar cuatro lujosísimas residencias para su familia. El terreno le costó 17 millones de entonces y la construcción, según se dijo, más de 200 millones.

ü Arturo Durazo, jefe de la Policía del Distrito Federal y quien más tarde sería arrestado por enriquecerse ilícitamente, no se quedó atrás: situado en la playa La Ropa, en Zihuatanejo, hizo construir a todo lujo una réplica del Partenón que le costó alrededor de 700 millones de aquellos pesos.

En los años previos y posteriores a la crisis de 1976 el empleo, el valor de la moneda, la migración del campo a las ciudades y a los Estados Unidos de Norteamérica, el monto del salario y el costo de la canasta básica, presentaron variaciones que van en perjuicio de la clase trabajadora (Varios, Corriente Comunista Internacional, 2006).

En el sector social de nuestro México contemporáneo podríamos sintetizar que el crisol político-económico de los sexenios de Echeverría y López Portillo prepararon lo se puede vislumbrar como una de las realidades más crudas del país: el empobrecimiento paulatino de la mayor parte de la población mexicana y el amasamiento de la riqueza en unas pocas manos privilegiadas (Espadas Ancona, Réyes Domínguez, & Vallado Fajardo, 2004). Esta situación desencadenó un aumento en los índices delictivos, por lo que a partir de este momento, las autoridades comienzan a plantear a las crisis económicas como un factor que origina criminalidad.

CONCLUSIÓN

Para cerrar. Podemos decir que la mala administración de los recursos públicos, se vio reflejado por los bajos salarios y los costos elevados de los productos de primera necesidad, el desempleo aumenta a cifras nunca vistas, el dólar alcanza la cotización más alta de los tiempos, se generó más migración hacia Norte América, por lo que podemos determinar el inicio de una crisis permanente en México de la que aun no salimos y no se le ve salida. Aún en este 2010, el año del “bicentenario y la revolución”.

Bibliografía

Acosta, C. V. (1994). La regla fatal: Salinas termina su periodo tan caoticamente como los gobiernos a los que criticó. PROCESO , O2.

Espadas Ancona, U.-K., Réyes Domínguez, G., & Vallado Fajardo, I. (2004). Estructura Socioeconómica de México. México D.F., D.F., México: Compañía Editorial Nueva Imágen.

Galeazzi, L. (24 de Mayo de 2008). Monografías.com. Recuperado el 12 de Septiembre de 2010, de Monografías.com: http://www.monografias.com/trabajos67/guia-histori-mexico/guia-historia-mexico.shtml

Varios. (17 de Diciembre de 2006). Corriente Comunista Internacional. Recuperado el 18 de Septiembre de 2010, de Corriente Comunista Internacional: http://www.es.internationalism.org/tin97

Varios. (2002). Gran Historia de México Ilustrado. En Varios, El siglo XX mexicano II (págs. 166-180). México D.F.: Ediciones Culturales Internacionales.

Varios. (12 de Enero de 2006). Wikipedia La Enciclopedia Libre. Recuperado el 18 de Septiembre de 2010, de Las Crisis Económicas Mexicanas de los 70: http://www.wikipedia/lascrisiseconomicasdemexicodel76al82/.com.mx



[1] Varios. (2010). Economía: viejos modelos, nuevas formulas. En Varios, Arma la Historia (págs. 166-171). México D.F.: SEP.

[2] Varios. (2010). Economía: viejos modelos, nuevas formulas. En Varios, Arma la Historia (pag. 167). México D.F.: SEP.

[3] Acosta, C. V. (1994). La regla fatal: Salinas termina su periodo tan caoticamente como los gobiernos a los que criticó. PROCESO , O2.

[4] Galeazzi, L. (24 de Mayo de 2008). Monografías.com. Recuperado el 12 de Septiembre de 2010, de Monografías.com: http://www.monografias.com/trabajos67/guia-histori-mexico/guia-historia-mexico.shtml

[5] Acosta, C. V. (1994). La regla fatal: Salinas termina su periodo tan caoticamente como los gobiernos a los que criticó. PROCESO , O2.

[6] Acosta, C. V. (1994). La regla fatal: Salinas termina su periodo tan caoticamente como los gobiernos a los que criticó. PROCESO , O2.