N PROFESOR:
Lic. Ricardo Ceballos Soto
N ALUMNOS:
Benjamín
Pérez Armas
David Norberto Gonzales Carbajal
Eduardo Romero Jiménez
Jorge Antonio
Cruz Faustino
N CARRERA:
Licenciatura
en educación secundaria con
especialidad en Historia
N FECHA DE ENTREGA:
08 de mayo de 2012
ÍNDICE
ü INTRODUCCIÓN
………………………………………………………………. 1
ü JUSTIFICACIÓN
……………………………………………………………….. 3
ü LA CULTURA ZAPOTECA
…………………………………………………… 4
ü GUÍA DE HIPÓTESIS
………………………………………………………….. 8
ü PRIMERA HIPÓTESIS:
INFLUENCIA
DE LA CULTURA ZAPOTECA EN MESOAMÉRICA
…………………… . 9
ü SEGUNDA HIPÓTESIS:
¿POR QUÉ COLAPSÓ LA CIUDAD DE MONTE ALBAN? ………………………………… 11
ü TERCERA HIPÓTESIS:
ORGANIZACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA DE LOS ZAPOTECAS ………………………….. 14
ü CUARTA HIPÓTESIS:
LA ESCRITURA ZAPOTECA …………………………………………………………………… 16
ü BIBLIOGRAFÍA
…………………………………………………………………..
18
INTRODUCCIÓN
¿Qué
es una investigación científica? Nos parece de lo más prudente iniciar esta
suerte de investigación normalista con una cuestión fundamental. Haremos
nuestras las palabras de Jaime Cárdenas Gracia, abogado, doctor e investigador
de la UNAM y de la Universidad de Georgetown:
“...La
investigación científica es aquella que busca dar respuesta a ciertas
incógnitas generadas a partir de la observación de fenómenos, partiendo de un
problema hasta llegar a su solución. Este tipo de investigación cuenta con
etapas que permiten el desarrollo óptimo de nuestra investigación, partimos de
la observación, luego se genera un cuestionamiento o problema, luego se plantea
una hipótesis después de haber investigado, a continuación se procede a
experimentar para comprobar si nuestra hipótesis es verdadera o simplemente
debemos comenzar nuevamente y platear una nueva hipótesis…” (Gracia 2009).
Entendido
lo anterior, debemos deliberar en otra importante pregunta: ¿Por qué es
importante la investigación para el desarrollo de una sociedad? La respuesta
nos la entrega en “charola de plata intelectual”:
“…Desde siempre la
investigación ha hecho parte de la vida del hombre desde el descubrimiento del
fuego hasta la invención de las bombas atómicas, es decir, toda la vida el
hombre se ha dedicada a investigar y a dar respuesta a incógnitas que nunca
habíamos imaginado preguntarnos, por lo tanto podemos decir que cada una de las
cosas que nos rodean hoy por hoy son gracias a la investigación de aquellos
hombres que nunca se rindieron y siempre miraron mas allá de la realidad…” (Et
al. 2009)
Es
importante destacar que la investigación no solo ha permitido inventar objetos
que suplan nuestras necesidades y hagan cada día más fácil nuestro trabajo,
sino que también, nos ha llevado a descubrir la cura a enfermedades que antes
hubiesen sido mortales, también han permitido el desarrollo tecnológico y
económico de la sociedad; por eso la investigación ha tenido un papel
fundamental en el desarrollo de la sociedad de la que formamos parte ,
permitiendo hacer las cosas más fáciles y rápidas, optimizando recursos y
tiempo, empleando menos energía y sobre todo llevándonos a entrar en la era del
cambio constante.
Redireccionando
nuestros modestos esfuerzos a la esfera de la pedagogía y la educación; cuando
hablamos de investigación, queremos y debemos
referimos a la generación de conocimiento científico referido a un hecho
social que denominamos ‘Educación’.
La
investigación educativa se distingue por la complejidad epistemológica, es
decir, la forma en que se adquiere el conocimiento por medio del conocimiento;
y claramente por su objeto de estudio pero no por la existencia de específicos
modos de investigarlo (Et al. 2009).
La investigación debe ser implementada en cada una de las mentes normalistas y
crear un andamiaje que permita llevarla como una práctica social común que se
ha de caracterizar, fundamentalmente, por la confrontación teórica y empírica.
Por
lo anterior, es un deber de las futuras mentes normalistas insertarse en la
siempre indispensable esfera de la investigación científica; debiendo
permanecer a la vanguardia con lo mejor de lo Técnico-Pedagógico, y por
supuesto, enaltecer nuestra propia disciplina medular, volviéndonos de esta
forma un “investigador-divulgador” de la siempre cambiante Historia.
JUSTIFICACIÓN
Debemos
entender que las transformaciones que está viviendo el mundo en materia
económica, educativa, social, política y cultural; aunado a los grandes avances
de la ciencia, la tecnología y la información en estos tiempos ha producido un
nuevo contexto socio histórico donde la sociedad humana cada día debe asumir
los cambios y retos que le impone la sociedad de la información y el
conocimiento (Lerna 2010).
Todos
estos cambios han impactado al sistema educativo universitario y las esferas de
enseñanza normalista en el mundo, estableciendo una nueva concepción filosófica
en los docentes y en las instituciones de educación superior. Esta realidad
conlleva al surgimiento de nuevos requerimientos y prácticas de gestión para el
docente, para responder de forma eficiente y efectiva a los cambios que
experimentamos hoy en día en este sector.
Estas
exigencias provocadas por la sociedad del conocimiento ha tocado a las
universidades y a todos sus miembros en el mundo, y particularmente en
Latinoamérica México (Et al. 2010),
todos estos procesos continuos de cambios ha producido la necesidad de
formularse una nueva visión, sobré el papel del docentes investigador y los
retos que estos deben asumir al igual que las universidades en el siglo XXI.
Una
de las grandes preocupaciones de las nuevas colectividades globales con la
incorporación de sus sociedades a la
“Era del conocimiento”, es la de poner en claro el papel y la importancia de
los seres humanos en la contínua evolución de las “culturas progresivas” no
dejando de lado o marginando las raíces indígenas que inevitablemente se
excluyen de los esquemas y discursos nacionalizantes con tendencias educativas; nos encontramos con la
nacionalización segregativa de las minorías étnicas.
En
un modesto y pequeño esfuerzo de los alumnos del cuarto semestre de la
licenciatura en educación secundaria con la especialidad en Historia, de la
Escuela Normal Superior de Tehuacán; expondremos una serie de hipótesis acerca
de la Cultura Zapoteca, queriendo hacer fecunda nuestra investigación,
esperamos no transformarla en un galimatías funesto que no llegue a ser útil al
rescate de nuestras raíces étnicas y culturales.
LA
CULTURA ZAPOTECA
Esta cultura se desarrolló en Oaxaca,
así como parte del sur del estado de Guerrero y parte del sur del estado de
Puebla y el istmo de Tehuantepec.
Los
zapotecas es uno de los pueblos más desconocidos de la historia mesoamericana.
Por los restos arqueológicos encontrados se sabe que los primeros indicios de
esta cultura datan del segundo milenio a. C. Aunque las evidencias
arqueológicas indican que pudo existir 2500 años antes de esta
fecha (Wiesheu 2000).
[1]
El nombre zapoteca proviene del
náhuatl "Tzapotéecatl", que significa pueblo del Zapote,
originalmente este pueblo se autodenominaba "ben´zaa" o "binni
záa" que significa en idioma zapoteco "gente de las nubes". A
diferencia de la mayoría de los indígenas de Mesoamérica, no tenían ninguna
tradición o leyenda sobre su migración, sino que ellos creían que nacieron
directamente de las nubes, tal y como si fueran hijos legítimos de los dioses.
De ahí el nombre que ellos mismos se atribuían: be´neza.[2]
Aproximadamente entre los siglos
XV y IV a.C., cuando tuvo lugar el primer desarrollo urbano importante de la
cultura zapoteca, con centro en San José Mogote, en el sureste de México. Este
asentamiento se localiza a pocos kilómetros al noroeste de Monte Albán, en el
valle de Etla. Sin embargo, no será hasta los siglos V y IV a. C., cuando tiene
lugar los primeros asentamientos urbanos importantes de esta cultura en el gran
valle regado por el río Atoyac, en el actual Estado de Oaxaca en México (García
2008).
Desde el primer momento en que se
constituyen como colectivo, mantienen un sistema de vida sedentario,
estableciéndose en un punto fijo. Ello fue debido en parte por las
extraordinarias condiciones climáticas y la fertilidad de las tierras en las
que se asentaron. Una región propicia para el trabajo agrícola, que era la
principal actividad de los zapotecas.
Manejaron un avanzado sistema de
riego y entre los cultivos que practicaban destacaba el maíz, pero también
cultivaron varias especies de chile, frijoles, calabaza y cacao (Ibídem 2008). Para la obtención de carne
cazaban venados, jabalís, conejos y otros animales, completando su dieta con la
recolección de frutos y tubérculos. La sociedad estaba muy estratificada, con
una clase gobernante que probablemente basaba su poder en una concepción
teocrática. Esta elite mantenía su poder por un sistema de alianzas y
matrimonios entre las clases gobernantes y las autoridades locales de cada uno
de los territorios que eran incorporados a su órbita (Wiesheu 2000). La pirámide social estaba
estructurada de la siguiente manera: aristocracia, comerciantes y artesanos
especializados, y campesinos (Et al 2000).
Hacia el 900 d.C. este pueblo
estuvo gobernado por sacerdotes, pero en los momentos finales del México prehispánico
esta función recayó en jefes guerreros. Con la disolución paulatina del sistema
político de Monte Alban y el eventual abandono de la gran urbe, la escritura
zapoteca cayo lentamente en desuso. Los señoríos que controlaban los
territorios que antes habían estado bajo el dominio de Monte Alban, siguieron
dejando registros escritos pero usando una forma de escritura jeroglífica
diferente, cuyas convenciones estuvieron en boga en muchas regiones de Oaxaca,
Puebla y Tlaxcala (García 2008). Esa otra forma de escritura esta mejor
representada en los códices prehispánicos y los lienzos coloniales que se
pintaron en varios pueblos de la Mixteca alta, Mixteca baja, y en la cuenca
alta del Papaloapan (Et al 2008).
ARTE
ZAPOTECA
Los
Zapotecas trabajaban la piedra, especialmente realizaban diseños decorativos
que abundan en su arquitectura. Los bajorrelieves y las pinturas murales
constituyen algunos de los fragmentos más preciosos del arte prehispánico de
México. Destacan especialmente los motivos de guerreros y cautivos, en los que
pueden observarse la importancia de los conflictos bélicos en la sociedad. Cabe
mencionar los diseños denominados ‘danzantes’ (Wiesheu 2000), que presentan personajes en
actitud de sacrificio y sometimiento. La arquitectura del período final de esta
cultura se caracteriza por una profusa decoración tipo mosaico, tableros y
grecas. Los zapotecas desarrollaron un calendario y un sistema logofonético de
escritura que utilizaba un carácter individual para representar cada sílaba del
lenguaje, el logro más importante de esta cultura. Este sistema de escritura
perduró durante más de mil años en Mesoamérica. Como en casi todas las
culturas, la escritura sólo estaba al alcance de unos pocos, y se llevaba a
cabo en los más diversos materiales, como hueso, concha, cerámica y piedra. Se
piensa también que debieron haber escrito en materiales perecederos como
madera, tejidos de algodón, papel o pieles. Esta escritura consistía en glifos
que narran sucesos históricos y fechas (Et
al. 2000). Probablemente fueron muy usados por las clases dominantes para
llevar un registro vigente de sus hechos, así como para controlar los bienes y
contar con una memoria de las guerras.
EL ARTE FUNERARIO DE LOS
ZAPOTECAS
Los zapotecas enterraban a sus
familiares dentro del espacio doméstico, bajo el suelo de su casa o en un sitio
cercano a ella. Estas tumbas eran sencillas y no están asociadas a ningún tipo
de construcción. Más tarde los enterramientos fueron más complejos. Se
edificaron con cubierta abovedada, poseían jambas y dinteles con bajorrelieves,
vestíbulos, cámaras funerarias y murales. (Wiesheu 2000) El ‘Juego de Pelota’ era una
escena muy representada, ya que poseía una especial relevancia en materia
ritual y simbólica. Las representaciones en bajorrelieve de piedra de los
jugadores eran sumamente detalladas y compartían el espacio con
representaciones de sacerdotes, ofrendas y jaguares, animal que tuvo enorme significación
en todas las religiones mesoamericanas. Los sacrificios también tenían gran
relevancia en la vida religiosa, dada la cuantiosa cantidad de bajorrelieves
encontrados, que representan personajes agonizantes o sacrificados, tal como la
conocida galería de ‘Los Danzantes’, en Monte Albán (Chan 1995). Por último se
llegó a la tumba con escalinatas con fachada con tablero doble, un nicho
central para la colocación de una divinidad, una antecámara y una cámara
funeraria con un nicho en el fondo y otro a los lados.
MONTE ALBÁN, EL GRAN CENTRO
ZAPOTECA
Los primeros zapotecas se
establecieron en pequeñas aldeas a orillas de los ríos, las cuales pronto se
convirtieron en asentamientos urbanos que conformaron una gran ciudad en el
Monte Albán.
Cronológicamente, la historia de
la cuidad se ha dividido en cinco amplias etapas: [3]
v Monte
Albán I (500 a.C. a 350 a.C.)
v Monte
Albán I-B (350 a.C. a 200 a.C.)
v
Monte
Albán II ( 200 a.C. a 300 d.C.)
v
Monte
Albán III-A (300 a 500 d.C.)
v
Monte
Albán III-B (500 a 750 d.C.)
v
Monte
Albán IV (750 a 1000 d.C.)
v
Monte
Albán V (1000 a 1520 d.C.)
Durante la primera etapa es palpable
la influencia de Teotihuacán, la cual se pone de manifiesto tanto en cerámica
como en monumentos arquitectónicos y escultóricos; sin embargo, las relaciones
entre los dos mayores centros mesoamericanos durante esa época parecen que
fueron bastante pacíficas y basadas en el respeto mutuo. Seguramente, este
fenómeno se debe a que la capital zapoteca aparece en este momento como un
centro aislado, introvertido, muy tradicional e incapaz de competir política y
económicamente con Teotihuacán. Como consecuencia de este periodo tranquilo,
sin enfrentamientos bélicos, hay una reorganización profunda del valle mediante
la cual surgen cinco tipos de asentamientos jerarquizados. Uno de ellos, Jaleza
se desarrolla como un centro de segunda categoría situado a 20 kilómetros de
Monte Alban (Et al 1995).
Varios asentamientos más llegan a
tener responsabilidades administrativas, aunque no ceremoniales ni de elite, lo
cual se demuestra por los pocos y pequeños montículos piramidales encontrados.
No obstante en todos ellos se tallan monumentos con el mismo estilo que los
existentes en Monte Alban.
Monte Albán es el centro urbano
más importante de este pueblo, establecido estratégicamente sobre el plano
aterrazado de una montaña. Nunca llegó ha convertirse en una metrópoli
importante desde el punto de vista económico. La ciudad surge como una capital
política, como un centro destinado preferentemente a coordinar las actividades
de otros asentamientos, a organizarlos militarmente y para controlar el
comercio y los contactos diplomáticos. Es por ello que el área de abastecimiento se
halla bastante alejada y fuera del casco urbano y a que las áreas de trabajo en
la ciudad sean muy escasas (Wiesheu 2000).
Su crecimiento fue rápido y
monumental, alcanzando hasta cuatro kilómetros de extensión alrededor de la
plaza central. Poseía grandes templos, palacios y dos canchas de ‘Juego de
Pelota’, además de otras imponentes construcciones. Las casas del pueblo se
distribuían en las laderas, fuera del conjunto central. Estas instalaciones
contaban con la vivienda, una pequeña huerta, un pozo y espacios para talleres
de artesanos (Et al 2000).
DECADENCIA
Monte Albán dominó los valles hasta
fines del Período Clásico mesoamericano y, al igual que otras ciudades
mesoamericanas, entre los años 700 y 1200 d. C. terminó su esplendor; pese a
ello, la cultura zapoteca continuó en los valles de Oaxaca, Tabasco y Veracruz (García
2008).
Viniendo del norte, los mixtecas
sustituyeron a los zapotecas en Monte Albán y posteriormente en Mitla; los
zapotecas capturaron Tehuantepec de los zoques y los huaves del golfo de
Tehuantepec. Para la mitad de siglo XV, los zapotecas y mixtecas lucharon para
evitar que los aztecas ganaran el control de las rutas comerciales hacia
Chiapas, Veracruz y Guatemala. Bajo el mando de su gran rey, Cosijoeza, los
zapotecas soportaron un largo sitio en la montaña rocosa de Guiengola,
manteniendo la vista sobre Tehuantepec, y manteniendo con éxito la autonomía
política mediante una alianza con los aztecas hasta la llegada de los españoles
(Op. cit. 2008).
GUÍA DE
HIPÓTESIS
Tratando
de elaborar un trabajo de investigación histórico con fines pedagógicos y de
divulgación, hemos planteado cuatro hipótesis las cuales en grosso modo mostraremos sin ánimo de
abundar ni analizar en esta parte del trabajo.
PRIMERA HIPÓTESIS:
INFLUENCIA DE LA CULTURA ZAPOTECA
EN MESOAMÉRICA
Elaborada
por Eduardo Romero Jiménez.
SEGUNDA HIPÓTESIS:
¿POR QUÉ COLAPSÓ LA CIUDAD DE
MONTE ALBAN?
Elaborada
por David Norberto Gonzales Carbajal.
TERCERA HIPÓTESIS:
ORGANIZACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA DE
LOS ZAPOTECAS
Elaborada
por Jorge Antonio Cruz Faustino
CUARTA HIPÓTESIS:
COMPLEJIDAD DE LA ESCRITURA
ZAPOTECA
Elaborada
por Benjamín Pérez Armas
PRIMERA HIPÓTESIS:
INFLUENCIA DE LA CULTURA ZAPOTECA
EN MESOAMÉRICA
Elaborada por Eduardo Romero Jiménez.
Los
Zapotecas desarrollaron un calendario y un sistema logofonetico de escritura
que utiliza un glifo separado para representar a cada una de las sílabas de la
lengua (Yamamoto 2001). Este sistema de escritura es uno de varios candidatos
de los que se piensa que han sido los primeros sistemas de escritura de
Mesoamérica y el predecesor de los sistemas de escritura desarrollado por las
civilizaciones maya, mixteco y Azteca.
Eran
una cultura sedentaria y avanzada como civilización, que vivían en grandes
aldeas y ciudades, en casas construidas con piedra y mortero. Grabaron los
principales eventos de su historia por medio de jeroglíficos, y en la guerra
hicieron uso de unas armaduras de algodón (Op
cit. 2001). Las ruinas o zona arqueológica conocida como Mitla se
encuentran evidencias de ocupación humana desde principios de nuestra era (año
0 a 200). Ante la desaparición de Monte Albán como núcleo de poder, Mitla se
convirtió en una población muy importante que funcionó como centro de poder
para los zapotecas del valle. Su máximo crecimiento y apogeo ocurrió entre 950
y 1521.
En
la capital azteca, la ciudad de Tenochtitlan, Habitaban artesanos zapotecas y
mixtecas cuya ocupación era la producción de joyería para el emperador ya que
los zapotecas tenían gran prestigio en la orfebrería. También se han encontrado
restos de barrios zapotecas en las ruinas de la ciudad de Teotihuacán, Lo que
sugiere que había contactos entre los zapotecas y los pueblos del centro de
México, mucho antes de la llegada de los aztecas en esta región (Op cit 2001).
En
la época de la conquista de México los zapotecas eran independientes de los
aztecas. Los Zapotecas derrotaron a los españoles durante las primeras campañas
el 1522 y 1527, Y no serían subyugados sino hasta el 1551.
RELIGIÓN
ZAPOTECA
Al
igual que la mayoría de los pueblos religiosos de Mesoamérica, la religión
zapoteca fue politeísta. Ellos adoraban a sus antepasados y creían en la existencia
de un paraíso subterráneo. De ahí la importancia del culto a los muertos.
Eran
politeístas, eso quiere decir que tenían varios dioses. Su dios principal se
llamaba Xipe Totec y este se le conocía por tres nombres (Portuondo 2012):[4]
Totec: es el dios mayor, el que los regía.
Xipe: es el dios creador, aquel que hizo
todo como es ahora.
Tlatlauhaqui: es el dios astro, el Sol.
Dos
deidades principales incluyen a Cocijo, el Dios de la lluvia (similar al Dios
Azteca Tláloc) y Copijcha, el Dios de la luz. Se cree que los zapotecas
practicaban de forma periódica de sacrificios
humanos en sus rituales.
Los
Zapotecas dicen que sus antepasados surgieron de la tierra, de cuevas, o que
surgieron de árboles o Jaguares en personas, mientras que la élite que los rige
cree que descendieron de seres sobrenaturales que vivían entre las nubes, y que
a su muerte volverían a dicho estatus (Et
al. 2012). De hecho, el nombre por el cual los Zapotecas son conocidas hoy
en día el resultado de esta creencia "El pueblo de las nubes".
EL
ESTILO ARQUITECTÓNICO
El
estilo arquitectónico de los edificios públicos de Monte Albán es el que se ha
dado en denominar de ‘doble escapulario’, es decir, que las fachadas se cubren
con dos tableros que dejan en medio un nicho o un espacio que queda rehundido.
Se trata de una característica muy generalizada, pero que además se exporta a
otros sitios del valle de Oaxaca, llegando ha convertirse en un rasgo regional.
Esta integración regional la adquiere las escalinatas de los edificios, que
nunca llegaron a ser concebidas como elementos adicionales, sino como parte de
estos. Muchos elementos decorativos de la Plaza Central de Monte Albán tienen
claras influencias de la cultura Teotihuacán como hemos señalado (Portuondo
2012). Además, en ciertos edificios se han encontrado piezas y ofrendas
Mixtecas, sugiriendo un posible vínculo entre ambas culturas.
LA
CERÁMICA
La
cerámica hallada en Monte Albán es de la más numerosa de Centroamérica, se han
encontrado dos hornos de cerámica muy cerca de la ciudad. La manufactura
cerámica es de tipo utilitario y también decorativa y ritual, con una enorme
variedad de objetos especializados. Casi todos de estilo teotihuacano. Asimismo
se han descubierto otro tipo de cerámica, Naranja Delgada, obtenida por comercio.
Durante la segunda parte del tercer periodo y, coincidiendo con el final de la
influencia teotihuacana, el tipo de cerámica influyente de esa ciudad es
desplazada por una confección de urnas zapotecas (Yamamoto 2001).
SEGUNDA HIPÓTESIS:
¿POR QUÉ COLAPSÓ LA CIUDAD DE
MONTE ALBAN?
Elaborada por David Norberto Gonzales Carbajal.
MONTE
ALBÁN
Monte
Albán es un sitio arqueológico localizado a 10 km de la ciudad de Oaxaca de
Juárez, capital del estado mexicano del mismo nombre. Monte Albán fue durante
mucho tiempo la sede del poder dominante en la región de los Valles Centrales
de Oaxaca, desde el declive de San José Mogote en el Preclásico Medio (1500-700
a. C.) hasta el ocaso de la ciudad, ocurrido alrededor del siglo IX (Winter
1997). El nombre antiguo de esta ciudad fundada por los zapotecas a finales del
Preclásico Tardío es objeto de discusiones. De acuerdo con algunas fuentes, el
nombre original fue Dani Baá. Se sabe, en cambio, que los mixtecos conocieron
la ciudad como Yucucúi (idioma mixteco: Yúcu-cúi, «Cerro Verde»)
Como
la gran mayoría de las grandes metrópolis mesoamericanas, Monte Albán fue una
ciudad con una población pluriétnica. A lo largo de su historia, la ciudad
mantuvo vínculos muy fuertes con otros pueblos de gran importancia en Mesoamérica,
en especial con los teotihuacanos durante el Clásico Temprano (Et al 1997). La ciudad fue abandonada
por la élite y buena parte de su población al final de la Fase Xoo. Sin
embargo, el recinto ceremonial que constituye el conjunto de la Zona
Arqueológica de Monte Albán fue reutilizado por los mixtecos durante el Período
Posclásico. Para esta época, el poder político del pueblo zapoteco se
encontraba dividido entre varias ciudades-Estado, como Zaachila, Yagul,
Lambityeco y Tehuantepec.
Aunque
es probable que su existencia fuera conocida durante la época colonial, Monte
Albán no es mencionada en las crónicas de la conquista o en los siglos
posteriores, hasta principios del siglo XIX. Durante la primera mitad del siglo
XX, el mexicano Alfonso Caso llevó a cabo una serie de excavaciones que lo
llevaron a encontrar la Tumba 7, donde reposaba el mayor depósito de obras de
orfebrería mesoamericana de oro que se haya descubierto hasta la fecha (Et al. 1997).
MAPA DEL SITIO
ARQUEOLÓGICO DE MONTE ALBÁN
Plano de la ciudad zapoteca de
Monte Albán (México), con información de Arqueología mexicana, 10:52,
1994
COLAPSO DE LA CIUDAD
Al
final de la Fase Xoo (siglo VIII) las obras públicas en Monte Albán se
detuvieron. Los edificios del centro ceremonial ya no fueron remozados
nuevamente, lo que es indicador del abandono de la ciudad por parte de la élite
gobernante. Al mismo tiempo, la ciudad perdía su población, en favor de otras
localidades cercanas, ubicadas en el valle, pero en las inmediaciones de la
antigua ciudad. El colapso de Monte Albán ocurrió algo más tarde que el de
Teotihuacan, aunque existe la probabilidad de que la inestabilidad política en Mesoamérica,
derivada del vacío de poder dejado por la ciudad de la Cuenca de México, hayan
contribuido al declive de los principales centros urbanos entre los siglo VIII
y IX de la era cristiana (Et al 1997).
Monte
Albán fue abandonada definitivamente en tanto núcleo de población durante esta
época, aunque fue reutilizada por los habitantes zapotecos del valle con fines
rituales. Durante el Posclásico Temprano, el expansionismo de los mixtecos pone
a varias poblaciones de Los Valles bajo la influencia de ese pueblo montañés.
Esto se refleja en la evidencia arqueológica de ciudades como Zaachila,
Cuilapan y Mitla. En este contexto se ha datado el Tesoro de la Tumba 7,
entierro precolombino que destaca por las numerosas piezas de orfebrería de oro
de estilo mixteco que se encontraron en el interior de esa antigua tumba
reutilizada siglos después (Yamamoto 2001).
TERCERA HIPÓTESIS:
ORGANIZACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA DE
LOS ZAPOTECAS
Elaborada por Jorge Antonio Cruz Faustino
Organización económica de los Zapotecas
ECONOMÍA
ZAPOTECA
La
base de la economía zapoteca fue la agricultura, el comercio artesanal y para
subsistir practicaban la caza, la pesca y la recolección. La agricultura fue
muy variada. Entre los productos que sembraron se encontraba el maíz, fríjol,
calabaza, chile, jitomate y cacao, que regaban por medio de canales y acequias.
En los cerros excavaban las laderas para formar grandes escalones de tierras
llamados terrazas, y con ello evitar la erosión del suelo y que la lluvia se
llevara consigo a la tierra fértil. Esta forma de siembra les permitió obtener
abundantes cosechas. Los comerciantes llevaban un bastón como representación de
su oficio. Ellos utilizaban una moneda de cobre en forma de T (Op cit.1997).
ORGANIZACIÓN
POLÍTICA Y SOCIAL DE LOS ZAPOTECAS
La
familia representaba la unidad básica y social de los zapotecas, en donde a
cada persona, de acuerdo con su sexo, le correspondía realizar una determinada
actividad. Al hombre le correspondía la caza, la pesca, las labores del campo,
el comercio, la fabricación de cerámica y la guerra. A la mujer la recolección,
la preparación de los alimentos, el cuidado del hogar, la industria casera del
tejido de fibras vegetales y en algunas ocasiones también participaba en las
labores agrícolas (Yamamoto 2001).
La
organización social de los zapotecas estaba dividida en grupos dependiendo del
oficio que cada persona desempeñaba:
Clase dominante
·
Sacerdotes
·
Militares
·
Comerciantes
Clase
dominada
·
Campesinos
· Cargadores
· Cazadores
· Orfebres
·
Tejedores
El
pueblo estaba gobernado por el “Gocquitao” o rey, que era auxiliado por los
sacerdotes y militares. Los sacerdotes estaban ligados a la divinidad y fungían
como jueces supremos del reino, guardaban celibato y permanecían aprisionados
en el palacio (Et al 2001). El
sucesor del rey era engendrado por él mismo y la hija de un caudillo. Podría
decirse que regía un estado monárquico, pero en realidad funcionaban bajo
normas teocráticas. Los dirigentes del pueblo vivían en habitaciones de
mampostería mientras que el pueblo lo hacía en casas de materiales perecederos.
Su laboriosidad y disposiciones artísticas han revelado que los zapotecas eran
fundamentalmente un pueblo pacífico, pero la necesidad de proteger sus vidas,
posesiones o familias les obligó a sostener interminables luchas con sus
vecinos y con grupos invasores (Winter 1997).
CUARTA HIPÓTESIS:
LA ESCRITURA ZAPOTECA
Elaborada por Benjamín Pérez Armas
Uno
calendario y un sistema logofonetico de escritura que utiliza un glifo separado
para representar a cada una de las sílabas de la lengua (Yamamoto 2001). Este
sistema de escritura es uno de varios candidatos de los que se piensa que han
sido los primeros sistemas de escritura de Mesoamérica y el predecesor de los
sistemas de escritura desarrollado por las civilizaciones maya, mixteco y
Azteca.
Eran
una cultura sedentaria y avanzada como civilización, que vivían en grandes
aldeas y ciudades, en casas construidas con piedra y mortero. Grabaron los
principales eventos de su historia por medio de jeroglíficos, y en la guerra
hicieron uso de unas armaduras de algodón (Op
cit. 2001). Las ruinas o zona arqueológica conocida como Mitla se
encuentran evidencias de ocupación humana desde principios de nuestra era (año
0 a 200). Ante la desaparición de Monte Albán como núcleo de poder, Mitla se
convirtió en una población muy importante que funcionó como centro de poder
para los zapotecas del valle. Su máximo crecimiento y apogeo ocurrió entre 950
y 1521.
En
la capital azteca, la ciudad de Tenochtitlan, Habitaban artesanos zapotecas y
mixtecas cuya ocupación era la producción de joyería para el emperador ya que
los zapotecas tenían gran prestigio en la orfebrería. También se han encontrado
restos de barrios zapotecas en las ruinas de la ciudad de Teotihuacán, Lo que
sugiere que había contactos entre los zapotecas y los pueblos del centro de
México, mucho antes de la llegada de los aztecas en esta región (Op cit 2001).
En
la época de la conquista de México los zapotecas eran independientes de los
aztecas. Los Zapotecas derrotaron a los españoles durante las primeras campañas
el 1522 y 1527, Y no serían subyugados sino hasta el 1551.
INFLUENCIA DE LA
ESCRITURA ZAPOTECA
Distribución
conocida del sistema de escritura zapoteca.
Bibliografía
Chan, R. P. (1995). Los Danzantes. En R. P. Chan, EL
lenguaje de las piedras (págs. 68-70). México: FCE.
García, S. H. (04 de
Septiembre de 2008). Origen y desarrollo de la cultura Zapoteca.
Obtenido de HOMINES.COM:
http://www.homines.com/arte/cultura_zapoteca/index.htm
Gracia, J. C. (11 de
julio de 2009). Importancia de la investigación en la Historia.
Obtenido de Jaime-Investigación: http://jaimea-investigacion.blogspot.es/
Lerna, Y. A. (27 de
enero de 2010). La importancia de la formación investigativa en los
docentes universitarios en el siglo XXI. Obtenido de GESTIO-POLIS.COM:
http://www.gestiopolis.com/organizacion-talento-2/importancia-formacion-curricular-docentes-universitarios-siglo-21.htm
Portuondo, A. C. (06 de
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Wiesheu, W. (2000). La
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La zona del Altiplano central en el Epiclásico. En L. E. Manzanilla, Historia
Antigua de México (Vol. IV, págs. 349-423). México: INAH.
[1]
Cita encontrada en la lectura
de Walbunga Wiesheu (2000. Wiesheu Walbunga. La zona Oaxaqueña en el
preclásico. En: Historia Antigua de México. Linda Manzanilla y
Fernando López Lujan (coord.), INAH, UNAM, Grupo Editorial Porrúa. México. pp.:
407-436.)
[2] Gente nube
[3] Tomado de: Walbunga Wiesheu (2000. Wiesheu Walbunga. La zona
Oaxaqueña en el preclásico. En: Historia Antigua de México. Linda
Manzanilla y Fernando López Lujan (coord.), INAH, UNAM, Grupo Editorial Porrúa.
México. p. 436.)
[4]
Tomado de: Portuondo,
A. C. (06 de mayo de 2012). Cultura
Zapoteca. Obtenido de Historia Universal:
http://www.historiacultural.com/2010/02/cultura-zapoteca-mesoamerica.html
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domingo, 2 de septiembre de 2012
CULTURA ZAPOTECA
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