jueves, 20 de febrero de 2014

EL PRINCIPITO ANÁLISIS DE LA OBRA DE ANTOINE DE SAINT EXÚPERY

EL PRINCIPITO
ANÁLISIS DE LA OBRA DE  ANTOINE DE SAINT EXÚPERY



La obra de Saint Exúpery supera por mucho el análisis superfluo o mejor dicho, literal de la historia; por un lado encontramos una hermosa trama para niños que encamina a una reflexión de valores y sentimientos que mantendrían a cualquier persona al filo de la trama. Sin embargo si nos atrevemos a ir mucho más allá de la historia del aviador varado en el desierto nos hemos de encontrara ante “una mar” de opciones interpretativas y argumentos para aplicar a las líneas de “El principito”.

A mi consideración, esta obra deja un mensaje muy hermoso para los adultos; la mayoría de nosotros nos hallamos inmersos en los  grandes planes del capital internacional, en la red del sistema neoliberal. Es difícil por muchas razones, poder salir de este destino prefabricado para nosotros; sin embargo el observar las cosas desde otros puntos de vista siempre es provechoso y es aquí en donde “El principito” demuestra su valiosa lección, debemos ver las cosas con los ojos del corazón, interpretar al mundo con la inocencia  de una niña o de un niño.

Existen la obra muchos elementos muy interesantes que por falta de espacio no podría especificar cada uno de ellos, como los habitantes de los planetas que el principito visita, la rosa, los árboles baobabs, el borreguito, el aviador, el principito mismo. Todos y cada uno de los personajes  y elementos son representaciones, muchos son valores y virtudes de la vida, otros,  males que la sociedad misma genera entorno a los demás miembros que la integran; es paradójico  que los seres humanos nos hallamos   olvidado de vivir intensa y plenamente el precioso tiempo en que estamos de paso por este mundo, nos enfrascamos en el trabajo, nos agobiamos por el dinero, elogiamos a aquellas personas que han logrado extirpar sus sentimientos y a su familia de sus vida para lograr un status social y económico ”elevado”.

El principito a mi parecer representa “una mesa”[1] en donde subirnos y observar el mundo, las cosas y a la vida de una manera diferentes; con  mas amor, con mas admiración, como lo mirarían los ojos de una niña o un niño.




[1] Recordemos la película de EL CLUB DE LO POETAS MUERTOS y las enseñanzas del maestro John Keating. 

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