BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
COLEGIO DE HISTORIA
Profesor: Arqueóloga Citlalli Reynoso Ramos
Nombre del curso: Mesoamérica
Alumno: Benjamín Pérez Armas
Fecha de entrega: 18 de Septiembre del 2006 (Modificado para entregar el 2 de Octubre del 2006)
Control de lectura VIII
PERIODO FORMATIVO. LOS OLMECAS COMO PRIMERA SOCIEDAD COMPLEJA. SAN LORENZO, LA VENTA Y EL CORAZÓN OLMECA
Las lecturas acerca de las antiguas ciudades de San Lorenzo Tenochtitlan y de La Venta, nos dan una perspectiva en la cual podemos conocer de cierta manera la manera en que vivían los iniciadores de la cultura Olmeca y como era –en cierta medida— la vida de los residentes de estas ciudades. En la lectura de San Lorenzo Tenochtitlan[1], nos indica el contexto geográfico como una forma de iniciar y las fechas más importantes, algunas con una fecha de transición y de asentamientos. Después hace mención de la arquitectura y el arte de la región de San Lorenzo Tenochtitlan; una forma de conocer la cosmovisión y las estructuras sociales; además de señalar las formas de comercio y la producción de productos, la organización sociopolítica y las posibles causas de la decadencia de San Lorenzo.
SAN LORENZO
La cuenca del río Coatzacoalcos fue la cuna de la civilización de Mesoamérica. Aquí la presencia humana es muy antigua y los primeros pobladores pusieron las bases para el surgimiento de lo que ahora llamamos la cultura olmeca. Antes del 1500 a.C., los primeros pobladores de la zona habitaron lugares cuidadosamente elegidos en la parte baja de la cuenca del Coatzacoalcos.
El ritmo de la vida era dictado por el río y el cercano golfo de México. Por toda la región existían sitios cerca de los ríos en lugares estratégicos. Estos poblados estaban idealmente situados para que sus gentes estuvieran cerca de los recursos del río y de la tierra baja fértil para el cultivo. Los colonizadores, al integrarse económica, social y políticamente, empezaron a formar una unidad regional en la cual la cooperación, el intercambio y la producción se administraron de manera más formal. En su etapa temprana, el sitio de San Lorenzo empezó a surgir como el lugar más importante de la región, debido, principalmente, a su localización privilegiada junto al río. San Lorenzo comenzó una nueva fase de la vida cultural y, para el año 1200 a.C., el sitio fue la capital de la parte baja de la cuenca del río Coatzacoalcos.
Paisajes y medio ambiente
El llano del delta tiene una variación sobre el nivel del mar de 20 metros, mientras que las colinas alcanzan una altura de 40 a 80 m. La altura sobre el nivel del mar era un elemento importante que considerar, al elegir un lugar para asentamiento humano, ya que unos cuantos centímetros podían significar la diferencia entre la inundación y la destrucción, y la seguridad. Al sur y al este de San Lorenzo se encuentra la tierra alta.
El mayor asentamiento de la región se encuentra en la planicie más elevada que hoy se conoce como la meseta de San Lorenzo, cuyas fértiles tierras nunca se vieron inundadas.
El complejo de sitios arqueológicos denominado San Lorenzo Tenochtitlán por Matthew Stirling, pionero de la arqueología olmeca, se localiza en la parte baja de la cuenca del río Coatzacoalcos. En tiempos antiguos, San Lorenzo Tenochtitlan y las tierras altas que la rodean, estaban circunscritas por dos ríos navegables. Uno de ellos coincide con el río Tatagapa que ahora fluye al oeste de San Lorenzo. El otro canal llamado Potrero Nuevo Azuzul pasa cerca del lugar, al este, al pie de las tierras altas. La situación estratégica de San Lorenzo sobre importantes vías fluviales y cerca de sus confluencias ofreció condiciones ideales para el crecimiento de asentamientos. Es más, el lugar ocupaba una posición intermedia entre el may y las tierras altas, con un vasto sistema de comunicación y transporte.
Arquitectura y arte
Si la escultura de San Lorenzo ha definido en ese lugar la cultura olmeca, el diseño, la construcción y el uso de la arquitectura añaden otra dimensión conexa a la personalidad de los olmecas de San Lorenzo. La función de los espacios diseñados en San Lorenzo refleja la manera en que los olmecas se veían a sí mismos, dentro de su universo. Refleja la cosmovisión particular de los olmecas, o el concepto que tenían de la relación de la gente con el medio ambiente y el cosmos. Los olmecas tempranos no construyeron pirámide ni plazas en San Lorenzo, sino más bien dieron nueva forma a la topografía natural.
La meseta de San Lorenzo, el centro primario de la región, se distingue por la magnitud de la modificación arquitectónica sobre el terreno natural.
Otra importante innovación arquitectónica del periodo formativo temprano de San Lorenzo fue la construcción de plataformas bajas de tierra, para uso ceremonial o residencial. Miles de metros cúbicos de arcilla se apilaron formando bajas plataformas truncadas y escalonadas que con frecuencia se cubrían con arena pigmentada de rojo. La incorporación de roca volcánica en la construcción de importantes estructuras domésticas constituyen otra innovación significa en la arquitectura empleada en San Lorenzo.
La construcción, el uso y el mantenimiento de elementos arquitectónicos especiales estaban íntimamente ligados con el ejercicio del poder y la legitimación de una ideología de desigualdad social.
El arte monumental de San Lorenzo y sus dependencias se exhibían en áreas públicas asociadas con la arquitectura, para crear un despliegue escénico de arte y arquitectura de espectacularidad sin igual, en tiempos del Formativo temprano en Mesoamérica. Las esculturas se agrupaban para crear mitos y acontecimientos históricos. El gobierno y las ceremonias iban de la mano para enfatizar la unión del poder y el ritual. La compleja ideología de San Lorenzo se basaba en el arte político y religiosa para apoyar a sus gobernantes.
Las cabezas colosales como retratos de gobernantes complementan los tronos monolíticos, anteriormente llamados “altares” hasta que David Grove aclaró su función. Como señala James Porter, algunas cabezas pueden haberse esculpido en tronos, en un ciclo de modificaciones escultóricas destinadas a legitimizar los linajes de los gobernantes.
Comercio y producción
La localización de San Lorenzo fue particularmente favorable para la coordinación y el control del movimiento de personas y productos por vía fluvial. Además, la ventajosa localización fue ideal para la concentración de actividades productivas, proporcionando así una centralización capaz de coordinar tanto la producción como el intercambio. Durante la etapa Formativa temprana de San Lorenzo se utilizaban materias primas tanto locales como importadas. Como consecuencia del comercio interregional, el diseño de la cerámica, la forma de las vasijas y los etilos de las figurillas fueron copiados por socios comerciales.
LA favorable acción recíproca entre la ideología entre la ideología religiosa y las actividades económicas fue la clave del éxito olmeca, apoyado por la legitimación divina. San Lorenzo organizó, controló y mantuvo con éxito una vasta red de comunicación y transporte a la que se aplicaron diversos sistemas administrativos. La compleja producción se administró centralmente y se facilito la distribución de productos acabados.
Organización sociopolítica
El conjunto cultural observado en San Lorenzo demuestra la eficacia del funcionamiento de una sociedad bien integrada, de estructura jerárquica, en las estrategias fueron adaptadas por los olmecas para organizar su universo. Se estima tentativamente que este sitio abarca una extensión de 300 hectáreas; si este dato es verificado, San Lorenzo tendrá que considerarse como el asentamiento más grande de Mesoamérica durante el periodo Formativo temprano. El crecimiento de la población vino acompañado del desarrollo de un patrón de asentamiento jerarquerizado. El aumento de la población fue mayor en el área inmediata en San Lorenzo. Grupos pequeños especializados residían próximos a los recursos naturales particulares y explotables, como el control de montículos bajos en el llano aluvial del norte, cerca de la confluencia de antiguos ríos, donde se explotaban recursos acuíferos de la estación. La tecnología de perforación de ilmenita se empleó en gran escala en San Lorenzo, aunque también se ha observado una notable actividad en Loma del Zapote. Se observó una intensificación de la agricultura a través de la investigación arqueológica, por el mayor número y variedad de implementos de piedra para procesar alimentos. El transporte de piedras en bloque en formas previas o en esculturas terminadas indica la existencia de una organización capaz de contar con una gran mano de obra para el transporte (las rutas más seguras son evidentemente por tierra) y la colaboración de cientos de trabajadores, aparte de los
trabajadores especializados en cuerdas y nudos, las balsas, los rodillos y la madera resistente, así como los coordinadores del trabajo, forman un equipo altamente especializado.
Decadencia de San Lorenzo
Toda la evidencia indica que San Lorenzo sufrió una decadencia como centro principal olmeca, al final del periodo Formativo temprano, hacia 900 a.C. Sin embargo, el sitio continuo en esa localidad durante el formativo medio, cuando se erigieron algunas construcciones pequeñas en el área central.
Las causas de la desaparición de ese sitio han variado; se considera la posibilidad de la llegada de invasores, una revolución interna o la decadencia gradual. La base para suponer una invasión fue el descubrimiento de muchos monumentos en barrancas donde pueden haber sido arrojadas por los invasores. Sin embargo, ahora es evidente que las barrancas de la meseta fueron producidas por la erosión y que los monumentos allí encontrados se deslizaron durante este proceso. Los monumentos rotos se interpretaron como evidencia de invasores, o las posibilidad de que los propios residentes de San Lorenzo hubieran destruido esos símbolos en desafía a la estructura de poder.
La hipótesis de una decadencia gradual de San Lorenzo refleja la posibilidad de una transición que puede interpretarse como el paso al Formativo medio; sin embrago, la notable reducción del tamaño de San Lorenzo y la disminución de los asentamientos de la región requiere una explicación. La creencia general es que la localidad de La Venta, en Tabasco, surgió como centro dominante después de la decadencia de San Lorenzo, pero el papel que desempeñaron Laguna de los Cerros y Tres Zapotes sigue sin desentrañarse en el panorama de la regional y temporal de los olmecas.
Es prematuro atribuir la decadencia de San Lorenzo a una catástrofe natural de esa índole, pero no puede descartarse esa posibilidad.
LA VENTA
En las páginas de Gonzáles Lauck[2], llega a nosotros los alcances e importancia de la ciudad de La Venta, Tabasco. Comenzando con una pequeña introducción de los estudios que se han hecho en este sitio arqueológico; además de una serie de datos –que nuestro autor llama mitos y desmitificación— que se creían como verdaderos. Al igual que la lectura de Cyphers Guillen, se menciona una serie de datos relacionados con el con junto arquitectónico de La Venta –aquí se muestra una descripción del sitio arqueológico y los diferentes complejos situados en ella—
En un poblado conocido hoy en día con el nombre de la Venta, ubicado en el extremo noroeste del estado de Tabasco, se encuentran los vestigios del asentamiento de mayor importancia de la civilización olmeca. Esta antigua ciudad, que fue habitada en el primer milenio antes de Cristo, presenta una serie de rasgos culturales que por excelencia definen dicha civilización. Es en esta ciudad donde se han encontrado el mayor número de esculturas en estilo olmeca.
Este sitio es dado a conocer en la literatura arqueológica en 1926 por el arqueólogo explorador Frans Blom y su acompañante etnógrafo Oliver La Farge, cuando fueron llevados en su travesía por el sur de México y Guatemala. En esos tiempos no estaba claro lo que era lo “olmeca”, así que se definió al sitio como perteneciente a la civilización maya. Es a finales de la década siguiente cuando el pionero de la arqueología olmeca, Matteew Stirling, visita el sitio reportado Blom, y ya con una idea más clara del estilo escultórico olmeca y su distribución geográfica. En la década de los cuarenta, bajo la dirección de Stirling, philip y Waldo Wedel realizan las primeras excavaciones arqueológicas sistemáticas en el sitio, concentrándose en el centro ceremonial de la antigua ciudad. Más de 10 años después, el mismo Drucker regresa a la venta acompañado por Robert Heizer y Robert Squier, quienes continúan sus investigaciones en el recinto ceremonial. En esta ocasión se obtienen por primera vez fechas cronométricas que establecen la temporalidad olmeca dentro del primer milenio antes de Cristo.
A partir de esa década, o sea en los años cincuenta, La Venta comienza a ser afectada drásticamente por el auge petrolero en la región. En pos de proteger esta región el poeta tabasqueño Carlos Pellicer en 1957 traslada a Villahermosa la mayor parte del recinto escultórico del sitio. Ahí exhibe parte del acervo en el Museo Regional, e instala 40 esculturas en un “parque-museo”, donde se exhiben a la intemperie desde hace casi 40 años.
Cuando, lo que fue originalmente la ranchería de La Venta empieza a crecer en un sentamiento que empezó a alcanzar en un asentamiento que alcanzó una población de unos 17, 000 personas en los setenta, la zona arqueológica
empieza a ser invadida por la mancha urbana por lo que en ¿1958? Román Piña Chan T Roberto Gallegos realizan excavaciones de rescate en el sitio. Para la década de los ochenta surge un renovado interés en el sitio. Hoy en día se sabe que el sitio arqueológico de La Venta abarca más un área de más de 111 hectáreas protegidas por decreto; cuenta con un programa de investigación y conservación establecido, y con un museo.
En una parte de la lectura se habla acerca de los mitos establecidos en torno a este sitio arqueológico, mismos que se desmitifican, algunos de estos mitos eran creados gracias a la desinformación que se tenía de este lugar.
El conjunto arquitectónico-escultórico de La Venta
Se estima que la traza arquitectónica de la antigua ciudad olmeca, cubría una superficie de aproximadamente 200 hectáreas. Hoy en día no es posible admirar todo el conjunto arquitectónico, ya que partes no sobrevivieron al “México moderno”. En el área actualmente protegido se encuentran nuevos complejos arquitectónicos, los cuales tenían distintas funciones que varían desde áreas exclusivamente de residencias, hasta aquellas con funciones cívico-ceremoniales. Una de las características de la arquitectura de La Venta es que es una de tierra. El uso de piedra en la arquitectura es mínimo, pues este material tenía que ser trasladado desde distancias considerables.
La traza arquitectónica de la parte monumental de La Venta consiste en alineaciones de plataformas de diferentes tamaños, que van formando espacios (Tal vez plazas) alargados y paralelos entre sí. Estos, en ocasiones, están interrumpidos por basamentos que no estaban alineados a las demás construcciones. Caso todas las plataformas presentan formas rectangulares en planta y su altura es de un promedio que oscila entre tres y cuatro metros, con excepción de la “Acrópolis” Stirling[3]. Algunas plataformas tienen una longitud de más de 150 m. Esta “Acrópolis” Striling es una enorme plataforma de más de 300 m. de frente y una altura de siete m. Sobre ella descasan pequeños montículos cuya función tampoco ha sido determinada. El rasgo central y sobresaliente de La Venta es el Complejo C, que consiste en una plataforma sobre la cual se construyó un edificio piramidal de más de 30 m. de altura. El conjunto arquitectónico de La Venta es el Complejo A, dicho complejo arquitectónico es el recinto ceremonial de la antigua ciudad y, aunque por su tamaño y extensión es engañoso, donde los olmecas de La Venta depositaron un número verdaderamente deslumbrante de objetos suntuarios, enterraron a su élite y ofrendaron a sus dioses.
Uno de los hallazgos más espectaculares de La Venta fue la tumba de las columnas, descubierta en 1942 dentro de la Estructura A-2.
[1] S/A Guillén Cyphres Ann. San Lorenzo Tenochtitlan. En: Olmecas en Mesoamérica. Ed. El equilibrista. México. pp.: 43-67.
[2] S/A Luck Gonzáles Rebeca. La antigua ciudad Olmeca en La Venta, Tabasco. En: Olmecas en Mesoamérica. Ed. El equilibrista. México. pp.: 93-111.
[3] Para saber más detalles de la Acrópolis Stirling, leer las páginas desde la 97 a la 109 de nuestro autor.
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