domingo, 4 de marzo de 2012

PERIODO FORMATIVO EN OAXACA







BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS

COLEGIO DE HISTORIA

Profesor: Arqueóloga Citlalli Reynoso Ramos

Nombre del curso: Mesoamérica

Alumno: Benjamín Pérez Armas

Fecha de entrega: 27 de Septiembre del 2006.

Control de lectura XII

PERIODO FORMATIVO EN OAXACA

Introducción

El Valle de Oaxaca queda ubicado en la parte central del actual estado de Oaxaca. Situado en las tierras altas del sur de México, se encuentra delimitado espacialmente por la Sierra Madre del Sur en el este y por el terreno montañoso de la Mixteca Alta en el lado norte. Posee un clima árido con una precipitación anual de unos 400 a 800 mm. El valle mismo se encuentra se encuentra a una altitud media de 1530 msnm. Abarca unos 740 km2 de terreno relativamente plano y de gran potencial agrícola, conformado mayormente por los depósitos aluviales del río Atoyac y de su tributario, el río Salado, cuyos patrones de drenaje forman en el valle una “Y”. Los tres ramales mayores de la “Y” son los subvalles de Etla al noroeste, de Tlaculola en oeste y el valle Grande o de Zaachila Zimatlán en el sur. Entre estos subvalles, el primero y el segundo son considerados como los de mejor y menor potencial agrícola respectivamente.

En 1965 aún no se conocían los antecedentes del asentamiento urbano de Monte Alban. La secuencia básica de asentamiento se conocía con la fase Monte Albán I. Además de la creencia de algunos autores de que la génesis de este lugar había sido por causa olmeca, esto por el estilo de algunos bajorrelieves sobre todo el llamado “Los danzantes”.

Para el año de 1966 se inicia un proyecto multidisciplinario sobre la ecología humana en Oaxaca dirigido por Kent V. Flannery. Con base en los trabajos de este proyecto ha sido posible no solamente encontrar la secuencia precerámica. Sino también remontar la presencia cerámica en el Valle de Oaxaca a 1400 a.C. Como parte del mismo proyecto y bajo la dirección de Richard E. Blanton, se inició en 1971 el Valley of Oaxaca settlement Project. Dicho poryecto tuvo como objetivo principal la investigación intensiva y sistematización del patrón de asentamiento en el valle de Oaxaca. Con base en estos trabajos contamos, por lo tanto, con información básica sobre la secuencia global de la evolución prehispánica en el Valle de Oaxaca. Esta secuencia (como menciona nuestra autora) da origen y lugar al desarrollo de estratificación social del tipo cacicazgo[1] y en segundo lugar, le gestación de una organización social estatal prístina[2], misma que a su vez se centró alrededor del primer sentamiento urbano de Mesoamérica. Cabe señalar que en otros lados de Oaxaca también se gestaron patrones de asentamientos iniciales, sin embargo fue en el Valle de Oaxaca donde hubo un mayor nivel de concentración humana.

Origen y desarrollo de patrones de estratificación social: Formativo temprano y medio.

Fase tierras Largas (1400-1150 a.C.)

Es la primera fase del formativo temprano que cuenta con un complejo cerámico ampliamente distribuido en el valle y para la cual se tienen evidencias de asentamientos agrícolas permanentes. A excepción de los aproximadamente 17 asentamientos de este tipo (la mayoría de estos asentamientos eran menores de 3 ha) sobresale el sitio de San José Mogote, el cual cubría un área de 7.8 ha y comprendía una población estimada en unas 147 personas[3].

En esta fase no se presentan diferencias en las unidades habitacionales, ni en el área de actividad artesanal y en los entierros (en algunas casas), estos no muestran indicios de estratos sociales. Ya hay indicios de actividades públicas (en San José Mogote hay un sitio con un área abierta, separada de el área habitacionales por medio de una línea doble de postes, que en algunas partes fue reforzada por hilera de lajas de piedra). Esta área se abandona y alrededor del año 1350 a.C. surge otro tipo de escultura pública: un edificio con un acuarto de piso de estuco y un pequeño basamento piramidal. En su interior se encontraron restos de bancas, una pequeña plataforma rectangular, adosada al muro sur pudo haber constituido un altar y su asociación con un pozo troncocónico en el que almacenaba cal. De acuerdo con los estudios de Flannery y sus asociados, plantean que para esta fase presenciamos el surgimiento de inicial de una sociedad de rango. También hay un aumento de asentamientos en los alrededores de San José Mogote.

Fase San José (1150-850 a.C.)

En esta fase persiste la tendencia de asentamientos en torno a San José Mogote en el Valle de Etla. Ahí se observa no solamente el nivel más alto de crecimiento demográfico sino también de desarrollo cultural. En este contexto no solamente hay la existencia de los primeros edificios públicos en otros sitios del Valle de Oaxaca (estos surgen apenas al final de la fase en cuestión). En San José Mogote además de los edificios de un cuarto y de la colina modificada (se encuentra en límite oriental del sitio en una colina, donde ahora se transforma en una serie de terrazas escalonadas, la del lado este cuenta con dos escalones de piedra y está asociada con los primeros ejemplos de monumentos esculpidos.), se construyen estructuras con plataforma: de adobe y piedra.

Para la construcción de casas se nota la diferencia de estratos sociales, pues en las casas más grandes se encuentran materiales que en casas chicas no hay, al igual que en los entierros hay estilos estilísticos que diferencian de otros.

La presencia de motivos estilísticos olmecoides[4] no hace sugerir que el desarrollo de la desigualdad social y el surgimiento de una organización jerárquica en esta fase, es la consecuencia de los contactos entre Oaxaca y el área metropolitana olmeca en la Costa del Golfo[5].

Es posible que la utilización de estos símbolos fueran parte de la estratificación social; posiblemente estos símbolos daban estatus a un determinado sector de la población.

La necesidad de remarcar sus rangos diferenciales y el inicio de un sistema de intercambio basado en objetos de lujo, indujo a las culturas locales a acelerar la creación de un sistema sociocultural más complejo para satisfacer tales necesidades externas. La existencia de tal estimulo externo explicaría, a su vez, el hecho de que, en el caso del Valle de Oaxaca, no se hayan podido diferenciar claramente estructuras del templo, hasta la existencia de una organización estatal en Monte Albán II..[6].

Fase Guadalupe Y Rosario (850-700/650; 700/650-500/450 a.C.)

Durante estas fases del formativo medio se establece claramente una jerarquía de asentamiento en tres niveles, dentro de la cual San José Mogote ocupa la categoría de centro de primer orden. Ejemplos de centros secundarios de un tamaño promedio de 3 ha serían Barrio de Rosario Huitzo y Santo Domingo Tomaltepec, los cuales presentan presencia de arquitectura pública, pero con una variedad menor de la que existe en el centro primario. Los sitios de tercer orden están representados por Fabrica San José o Abasolo, los cuales poseen un tamaño de 1 a 2 ha, pero no ostentan arquitectura pública, tratándose de asentamientos de tipo aldeano que comprenden por lo general de 25 a 75 personas distribuidas en 5 a 15 unidades habitacionales.

Tendíamos, por lo tanto, una jerarquía regional de sitios, dentro de la cual dos niveles con arquitectura pública representan los niveles administrativos de una organización regional característica de una entidad de cacicazgo. Sin embargo, para esta fase existe el problema de evaluar y delimitar la influencia que ejerció el centro de Huitzo, ya que, de acuerdo con los análisis de diseño cerámico, es posible que este sitio incluso haya constituido un centro autónomo y rival con respecto a San José Mogote.

A pesar de la posible existencia de entidades rivales de cacicazgos en el Valle de Oaxaca, San José Mogote indudablemente siguió siendo la comunidad más grande del valle antes de la fundación de Monte Alban. Para el final del Formativo medio se cuenta con las primeras evidencias de la aplicación de métodos agrícolas intensivos. Además de la irrigación a mano, se han detectado pozos que se remontan incluso a 1000 a.C. y para 600 a.C. se ha registrado un tipo de jarras usado posiblemente para el riego.

En San José Mogote, el núcleo cívico se traslada ahora definitivamente a la cima de una colina natural que se eleva a 15 m. encima del resto del asentamiento. Ahí se erigen por lo menos dos edificios de mampostería (estructuras 19 y 19A), de los cuales el primero se encuentra asociado a un altar enorme y el segundo presenta una semejanza con el edificio de los Danzantes de fecha posterior de Monte Alban. Es en esta zona que se encuentra el muro exterior del conjunto 19-19A y ostenta una serie de losas dispuestas verticalmente, incluyendo una piedra labrada (Monumento 3) que constituye el ejemplo más antiguo de lo que se conoce tradicionalmente como “danzante” y que se refiere a la representación de un individuo desnudo con los ojos cerrados, la boca semiabierta y una postura desgarbada[7]. Aquí es a partir de donde existe una mayor diferenciación social; se observa en la estructura 28 en el Montículo 1 de San José Mogote, misma que deja de funcionar como edificio público y se convierte en la Fase Rosario en un conjunto residencial.

El surgimiento del Estado: Formativo tardío y terminal

Fases Monte Albán I temprano y Monte Albán I tardío (500-300 a.C; 300-200 a.C.)

La fase Monte Albán I, se inicia con la fundación de monte Albán en el centro de los tres subvalles y la probable fusión de las culturas locales en una nueva y más compleja entidad política común. Este fenómeno implico una compleja reorganización de la jerarquía regional de los asentamientos. Ocupando la nueva categoría entre la nueva capital regional de Monte Albán y la de los pueblos, además el surgimiento de una serie de conteos secundarios. Sin embargo la población urbanizada para esta fase (y en todo el valle) se congrega en este sitio, lo que representarías el 77 por ciento de la población. Los centros secundarios no participan de este proceso de urbanización. En monte Albán I tardío se experimenta una consolidación una consolidación de la jerarquía regional.

Es poco conocida la arquitectura pública de Monte Albán I[8], sin embrago, se han encontrado edificios detectados en las exploraciones de Alfonso Caso[9]

Fase Monte Albán II (200 a.C-250 d.C.)

Constituye una amplia continuación de la fase anterior. De acuerdo con los trabajos más recientes de Flannery, para esta fase no solamente hay estructuras públicas diferenciadas en sus funciones, sino también una clara jerarquía en el patrón de asentamiento de cuatro niveles, dentro de los cuales, tres presentan arquitectura pública. Se detectan estructuras públicas de dedicadas a funciones religiosas y localizadas por lo general en la cima de los cerro, en los centros secundarios, además de los templos, también se presentan juegos de pelota y estructuras de palacio. Para esta fase Monte Albán cuenta con una población mayor de los 14,000 individuos. Su tamaño sobrepasa un km2, ya al principio de la fase y el sitio presenta una nucleación marcada. Un edificio (Edificio J) que posiblemente funcionaba como observatorio, ostenta más de 40 lápidas con inscripciones.[10] También se detectaron dentro de la Plataforma Norte de Monte Albán varias plataformas superpuestas que datan de la fase y según interpretaciones de Flannery y su equipo se trata de un “palacio verdadero”. Se presenta por lo tanto, una clara diferenciación entre las unidades habitacionales de la elite y las de la población común. Dada la complejidad y extensión del sitio de Monte Alban, permite plantear la existencia de una conformación urbana de 14 barrios residenciales distintivos.


[1] Cita encontrada en la lectura de nuestra autora Walbunga Wiesheu (2000. Wiesheu Walbunga. La zona Oaxaqueña en el preclásico. En: Historia Antigua de México. Linda Manzanilla y Fernando López Lujan (coord.), INAH, UNAM, Grupo Editorial Porrúa. México. pp.: 407-436.)en la página 410 y dice: entendemos por una entidad de cacicazgo, una organización sociopolítica con rangos sociales diferentes y una región central y jerárquica de sus asuntos políticos, pero donde una acción pública aun poco diferenciada en sus aspectos políticos y administrativos, está ampliamente sujeta a la acción religiosa, misma que integra varias comunidades dentro de un marco regional de coordinación (Wiesheu, Cacicazgo y estado arcaico: Evolución y distribución arqueológica de organizaciones políticas complejas)

[2] Cita encontrada en la lectura de nuestra autora Walbunga Wiesheu (Wiesheu Walbunga et al., 2000. p. 410.) y dice: Un tipo de estado primario o prístino es aquel que surge a partir de condiciones originales y sien intervención de otra entidad estatal. En este sentido, no solamente presenta elementos autóctonos de formación con variables causales propias, sino también características de organización originales que lo diferencian de las formaciones secundarias típicas de estados más avanzados.

[3] Para saber los detalle de esta aproximación, consultar lanota a pié de página numero 16 en la página 412 de nuestra autora.

[4] Como la “serpiente de fuego” o el “jaguar licántropo”.

[5] Nuestra autora en su lectura dice que: “La supuesta influencia olmeca se reduce a atributos cerámicos, tratándose más bien de un fenómeno pan-mesoamericano de una producción cerámica local… Una interacción a través de un sistema de intercambios de lujo…” (Wiesheu Walbunga et al., 2000. p. 416.).

[6] Wiesheu Walbunga et al., 2000. p. 417.

[7] Según la interpretación de Marcus, se trata de la representación del cuerpo de un cautivo o sacrificado, pudiendo ello indicar la existencia de actividades militares en el valle. Además, grabados en sus pies se encuentran dos glifos que significan “I temblor”, tratándose de le evidencia más temprana, dentro del contexto mesoamericano, del desarrollo de la escritura ya la existencia del calendario de 260 días. (Wiesheu Walbunga et al., 2000. p. 418.).

[8] Principalmente a la gran cantidad de arquitectura monumental de las épocas posteriores, por lo que muchas veces resulta difícil asignar una función… (Wiesheu Walbunga et al., 2000. p. 423.).

[9] Para conocer los edificios detectados en las exploraciones de Alfonso Caso leer la página 423 del libro de nuestra autora.

[10] Interpretadas por Caso y Marcus, como registros de lugares conquistados incluso fuera del valle.

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